jueves, 2 de noviembre de 2017

El registro y elementos subjetivos en LETRINAS EN INTERNET


Los elementos subjetivos en el texto

            Es esencial en los artículos de opinión la manifestación del punto  de vista subjetivo de su autor, en especial si se trata de asuntos  o actitudes que se quieran condenar, como es el caso. estas manifestaciones aparecen en distintos niveles. A nivel léxico encontramos un vocabulario valorativo en sustantivos (improperios, obscenidades, calumnias), en adjetivos (informe), en adverbios (hipócritamente), etc. complementariamente encontramos figuras retóricas como las metáforas hiperbólicas (mareas que todo lo anegan, dique jurídico, avalancha, etc.).
            Por lo que respecta al nivel morfológico encontramos el uso de la 1ª persona (me ha llamado.., Yo mismo,... Y me pregunto.., etc.), el plural de modestia (denunciamos) y los futuros de probabilidad (estarán siendo, l. 27; no habrá, l. 21).
            En cuanto al nivel sintáctico, encontramos diferentes marcadores discursivos valorativos salpicando el texto (no sé, yo mismo, si lo son, etc.)
            Por lo que se refiere a la modalidad oracional, encontramos algunas interrogativas indirectas ( por qué permiten su entrada y sedimentación, l. 10); uno se pregunta si..., l. 20, etc.). Se busca no afirmar con rotundidad y arrogancia para convencer mejor al lector.
            En conclusión,  la función expresiva está muy presente en el texto dada la condena tajante que esgrime su autor ante  conductas tan reprobables.

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El registro

            El registro es la fórmula compleja y concreta que el emisor escoge en una situación comunicativa determinada para dirigirse a un interlocutor teniendo en cuenta lo que quiere decir, la situación social que los une, lo que quiere conseguir, etc.. En los artículos de opinión de la prensa se suele hacer un planteamiento dialogizante en el que se combina, el registro coloquial y el culto para que el texto resulte más dinámico, atractivo y eficaz. Como resultado de ello, encontramos las siguientes características:
       En el nivel semántico encontramos un léxico culto (angosto, l. 25, artificios, l. 25,; lesivos, l. 20; entablar, l. 20, putrescente, l. 2, etc.) alternando con el registro coloquial (mogollón, desaguadero, trolls, etc.). También es de señalar un léxico amplio (improperios, obscenidades, calumnias, etc.)  conviviendo con metáforas casi vulgares  (gargajos de odios, cochambre, etc.).
            Por lo que a la sintaxis se refiere, predominan las oraciones largas y complejas como la de la línea 10 (Algún director.....Internet) con frecuentes intercalaciones de valoraciones subjetivas (Yo mismo,  l. 5; no sé , l. 12; si hipócritamente, l. 12; esto es,  etc.).
            En cuanto a la morfología,  encontramos el uso de la 1ª persona (me ha llamado.., Yo mismo,... Y me pregunto.., etc.), el plural de modestia (denunciamos) y los futuros de probabilidad (estarán siendo, l. 27; no habrá, l. 21). Todo ello como expresión del planteamiento dialogizante antes mencionado y, en contraste con la elaboración sintáctica arriba mencionada.

          El texto está escrito con una planificación, elaboración, que los medios exigen y que se plasma en una corrección ortográfica y sintáctica, y en un castellano estándar (sin localismos ni dialectalismos), con un nivel medio-culto para hacerlo accesible a la mayoría de los lectores.