Los elementos objetivos de NO NEGATIVO
Los
elementos objetivos de un texto están ligados a la función referencial y, en
este caso, a la tipología del texto en cuestión. Los artículos de opinión
suelen ser argumentativos expositivos, aquí más argumentativo que expositivo. A
la parte argumentativa le corresponde la subjetividad y a la expositiva la
objetividad. De esta última, con gran esfuerzo, encontramos las siguientes
manifestaciones:
· Los
nombres propios, las fechas, las siglas, etc.: Juan Manuel de Prada, el
profesor Santiago Becerra, Internet, etc.
· Los
nombres abstractos empleados en su sentido
denotativo: orden, medicina, verdad, nociones, tamaño, etc.
· Los
nombres comunes, en singular o plural, tomados en sentido genérico, que no buscan despertar la
connotación: las ediciones electrónicas, los
periódicos, los usuarios, las noticias, monosílabos, palabras, etc.
· Los
complementos especificativos de estos mismos nombres y de nombres
comunes concretos: el positivo del deportista,
crecimiento negativo, heridas mortales, la noticia de que el
deportista..., ,
· La
utilización de oraciones impersonales: es difícil de entender, de
eso se trata, de confundirnos, es lo que se hace,
etc.
· Como
señal secundaria, está el predominio de la entonación enunciativa
En conclusión, se trata de un texto abiertamente subjetivo, dada la denuncia
condenatoria del abuso de eufemismos. Por tanto, las manifestaciones de la
objetividad son más difíciles de encontrar.
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Los elementos subjetivos
en el texto
Es
esencial en los artículos de opinión la manifestación del punto de vista subjetivo de su autor, en especial
si se trata de asuntos o actitudes que
se quieran condenar, como es el caso. estas manifestaciones aparecen en
distintos niveles. A nivel léxico encontramos un vocabulario valorativo en
sustantivos (improperios, obscenidades,
calumnias), en adjetivos (venial,
culposo, falsa), en expresiones (para
troncharse), etc. Complementariamente, encontramos figuras retóricas como las
metáforas hiperbólicas (zarandeado, la
bruma, diabólicos, etc.).
Por
lo que respecta al nivel morfológico, encontramos el plural de inclusivo (se nos está complicando, todos entendemos, )
y el diminutivo afectivo (poquito a poco).
En
cuanto al nivel sintáctico, encontramos diferentes marcadores discursivos
valorativos salpicando el texto (otra vez, por supuesto,
tal vez, etc.) que ponen de manifiesto la posición subjetiva del
autor
Por
lo que se refiere a la modalidad oracional, encontramos algunas interrogativas directas ( ¿No
existía el verbo "decrecer" "Por qué someter..?.)Uñ
diminutivo afectivo (un poquito). Alguna
exhortativa (Piensen ustedes).
En
conclusión, la función expresiva está
muy presente en el texto dada la condena tajante que esgrime su autor ante la perversión que esconde el abuso de los eufemismos.
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El registro
El
registro es la fórmula compleja y concreta que el emisor escoge en una
situación comunicativa determinada para dirigirse a un interlocutor teniendo en
cuenta lo que quiere decir, la situación social que los une, lo que quiere
conseguir, etc.. En los artículos de opinión de la prensa se suele hacer un
planteamiento dialogizante en el que se combina, el registro coloquial y el
culto para que el texto resulte más dinámico, atractivo y eficaz. Como resultado
de ello, encontramos las siguientes características:
En
el nivel semántico encontramos un léxico culto (monosílabos, l. 2, eufemística,
l. 25, etc.) alternando con el registro coloquial (para troncharse, l.19, etc.). En líneas generales, se puede decir
que hay un vocabulario de amplio y escogido repertorio con veleidades literarias
que revelan una planificación cuidada del texto.
Por lo que a la sintaxis se refiere,
oraciones unimembres como El sí o el no
son representativas del nivel coloquial en contraste con oraciones medianamente complejas como la de la línea 25
(Tal vez de eso se trata, ....o nos disguste).
Volviendo a lo coloquial, encontramos frecuentes intercalaciones de
valoraciones subjetivas (tal vez, l. 25; por de pronto , l. 28; Por supuesto,
l. 13; si lo prefieren, l. 3. etc.).
En cuanto a la morfología, encontramos el uso del plural de modestia (se nos está complicando, creíamos, logremos,
etc.) y los diminutivos afectivos (poquito
a poco, l. 25), todos ellos manifestación del nivel coloquial en contraste con con compuestos cultos como monosílabos y eufemísticos, propios de la lengua culta.
En lo que atañe a la modalidad
oracional, si bien predomina la entonación enunciativa, algunas interrogativas
retóricas nos remiten al tono predominantemente coloquial.
El texto está escrito con una
planificación, elaboración, que los medios exigen y que se plasma en una
corrección ortográfica y sintáctica, y en un castellano estándar (sin localismos
ni dialectalismos), con un nivel medio-culto para hacerlo accesible a la
mayoría de los lectores.