miércoles, 29 de mayo de 2013

Propuesta de solución de SEPTIEMBRE SIN VELO




SEPTIEMBRE SIN VELO

            La ley que a partir del próximo curso prohíbe a los alumnos llevar signos religiosos "ostensibles" en las escuelas públicas de Francia ha sido definitivamente aprobada esta semana. Aunque los legisladores han tomado la precaución de poder reconsiderarla al año de su aplicación, puede acabar siendo una mala solución a un problema real. El propósito de defender la condición laica de la República es saludable, pero el método elegido tal vez no sea el más adecuado.
            El objetivo es doble: preservar la escuela pública como espacio laico -algo que está en el corazón existencial republicano-, y evitar que jóvenes musulmanas, a menudo contra su voluntad, se vean obligadas por sus familias a llevar el hiyab. La prohibición será de difícil aplicación práctica, y es previsible que, si se consigue erradicar los símbolos religiosos de las aulas, se multipliquen en la calle como señal reivindicativa. Lo cual podría exacerbar las tensiones hacia los musulmanes, y de rebote, hacia los judíos. Para lograr una ley general se prohíben también en la escuela otros signos religiosos como la kippa o los tirabuzones de los ortodoxos judíos y también los crucifijos de determinado tamaño.
            La anterior mayoría nunca quiso legislar al respecto. Las emociones suscitadas por el 11-S en relación al islam han influido seguramente en la decantación actual de la inmensa mayoría de las dos cámaras. Los casos conflictivos se cuentan por decenas más que por centenares. La nueva ley es, en parte, efecto de la nociva contaminación de la política francesa por la extrema derecha de Le Pen. Adelantémonos a tomar medidas para evitar su demagogia xenófoba, se argumenta. Pero los legisladores pueden haber confundido el espacio público que representan las aulas con el ámbito privado en que se dilucida la decisión de portar o no una prenda; de ahí la casuística sobre el carácter "ostentoso" de la exhibición del velo.
            ¿Con qué criterio se juzga ese carácter? Si los directores de las escuelas y liceos se ven obligados a expulsar a jóvenes musulmanas que se nieguen a quitarse su hiyab, ellas serán las primeras que sufrirán las consecuencias. Se anuncia, pues, una rentrée problemática. Francia tiene problemas más importantes; para empezar, el del deterioro económico y social de los guetos urbanos dominados por imames fundamentalistas que obligan a las jóvenes a llevar pañuelo. Ahí es donde está el problema. No en la escuela.

                                                  EDITORIAL DEL DIARIO “EL PAÍS”




TEMA
Crítica a la nueva ley escolar francesa sobre la confesionalidad religiosa externa
RESUMEN
La ley escolar aprobada en Francia la semana pasada que prohíbe llevar signos religiosos externos al alumnado tiene como propósito la defensa del laicismo estatal. Sin embargo, no es un medio eficaz para tal objetivo, pues puede producir más conflictos en el alumnado de otros credos religiosos. Su promulgación se explica por la alarma social generada tras el 11- S y la xenofobia creciente en Francia; sin embargo, una ley  escolar no ataja de raíz el problema sociológico de la no integración de las minorías creyentes y fundamentalistas en un estado laico y aconfesional.

Tipología
            El título impresionista, la compresión del texto a un espacio muy limitado por exigencia del medio para tratar un tema tan polémico y de interés social son señales evidentes de que pertenece al ámbito periodístico. Las referencias inmediatas a una ley que se acaba de aprobar terminan por confirmarlo.
            Se trata, además de un texto clarísimamente argumentativo-expositivo. La tesis principal es que la nueva ley es un despropósito. La argumentación por analogía con otras religiones y la conclusión/deducción  a la que se llega (más problemas se va a sumar  a otros problemas existentes) así lo demuestran. Otros signos son el plural inclusivo (adelantémonos)  y los esfuerzos por explicarse ante los lectores. A la parte expositiva le corresponden los nombres propios (Francia, República, Le Pen), los datos, los adyacentes especificativos y, en general, los nombres comunes con carácter genérico (escuelas, legisladores, precaución, jóvenes, etc.) que no buscan despertar la connotación.
            En cuanto al género, pertenece al de opinión por la clara condena que muestra el editorial, que, frente al artículo de opinión o columna, carece de firma y de la primera persona. Sin embargo la vehemencia de la condena está reflejada en ese plural sociativo (adelantémonos) que incita a los lectores a posicionarse frente a la ley. Las frecuentes preguntas retóricas forman parte de ese posicionamiento belicoso, muestra de la ideología del periódico. Su misión es orientar y dirigir, clarísimamente en este caso, la opinión de los lectores, lo cual se manifiesta en las advertencias (Ahí es donde está el problema. No en la escuela).
            El registro es estándar (ausencia de dialectalismos y localismos),  formal y culto (por los numerosos referentes culturales (hiyab, kippa, rentrée, ortodoxos, xenófoba) combinado con una intención divulgativa (plural sociativo, preguntas retóricas y oraciones simples). Las funciones dominantes son la apelativa (sacudir la conciencia de los lectores y generar opinión pública) y la expresiva (abierta condena).

Propuesta de solución para SOLATERAS Y TAL



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Cuando no comprendes el significado de las palabras, no comprendes el mundo. Estás entre ciego y sordo. Un lenguaje contiene y expresa un sentido de la vida. Un idioma implica un modo de vivir. Todo esto es sabido, aunque discutible en los matices.El otro día nos desayunábamos en titulares con que los dos chicos de Málaga habían muerto en una fiesta rave. ¿Rave? Ni idea. Pero ya nos lo van explicando. Viene del inglés, juerga, delirio, masiva juerga delirante con música electrónica a cargo de pinchadiscos. Djs, para que me entiendas. Al parecer, hace años que se habla de esto en los suplementos culturales para jóvenes de los periódicos, pero como uno ya no es joven y tiene otra idea de la cultura, pues no lee estos suplementos, o cuando los lee no se entera, o cuando se entera, luego se le va el santo al cielo y se olvida.

El actor y cantante Nancho Novo debuta en la dirección escénica con Confesiones sexuales de un solateras. ¿Solateras? Humildemente lo digo, primera noticia. No me cosco. Pero el enigma es más fácil: solateras suena a solitario. Y así es, en efecto. Recurro al Ramoncín, o sea, a El nuevo ocho cheli. Diccionario de jergas, y el Ramoncín casi tan útil como el Casares o el María Moliner, no me falla. Ahí viene lo de solateras perfectamente explicado.

Mi hijo Daniel me decía hace poco que nada hay tan patético como un padre que se hace el moderno y el próximo, el puesto al día, a base de decir molar, guay y cosas por el estilo. Yo le dije que de acuerdo, en parte, pero que parara el carro, que se iba a enterar: los que sin ser jóvenes no somos viejos, ni por asomo, empleábamos ese lenguaje, u otro parecido, en los 80, y, como muy bien sabe Ramoncín, el cheli y algunas jergas juveniles se nutren de hablas viejísimas, que van del Siglo de Oro al sainete, pasando por Valle-Inclán. Si te descuidas lo de solateras ya está en Valle, y no lo pillé cuando lo leí.

Rave, solateras y pongamos que yihab. Y añadamos, a discreción, lo que queramos. Está lo que viene del inglés, lo que viene del casticismo español por resumir y lo que viene de todo lo que nos viene. Ahí, en el habla, en la mismísima punta de la lengua, fragua la diversidad, el multiculturalismo, el mestizaje o como quieras llamarle, sin ganas de meterte en líos, que, te pongas como te pongas, son un hecho, una realidad, una experiencia y un gato al que poner cascabel. Y, si no estás al loro, es que no te enteras Contreras. No hablas, luego ni ves ni oyes. Si dices cómo me hablas estás diciendo de qué me hablas. No comprendes, y te vas quedando solateras total.

                                                                                                                   Manuel HIDALGO


Tema:
Necesidad de conocer la jerga juvenil moderna para comprender la realidad (la actualidad, el mundo)
Resumen
La lengua es expresión de la manera colectiva de ver el mundo. Hay muchas palabras importantes en la jerga juvenil. Siempre ha sido así, incluso algunas modernas se usaban antiguamente. De muy diversas procedencias nos llegan palabras cuyo significado hay que saber para entender lo que pasa.
Tipología
               Nada más considerar la extensión del texto y el título tan abiertamente creativo, no dudamos en asignarlo al ámbito periodístico, más concretamente un artículo de opinión o columna. Además encontramos los términos más novedosos (DJs, solateras), a los cuales son muy proclives estos tipos de textos si quieren ganarse a los lectores. Por si esto fuera poco, podemos ver que   está firmado por un colaborador  de El Mundo, que también ha escrito libros.
               En cuanto a la tipología diremos que es argumentativo expositivo porque hay una tesis: la necesidad de conocer la jerga juvenil más moderna. También hay una conclusión: si no la conoces se queda uno sin saber qué pasa. La estructura es de encuadre: la encontramos al principio y al final y se vale de ejemplos muy diversos basados en el principio de autoridad (Ramoncín, María Moliner, etc.) y en experiencias personales (mi hijo Daniel).
                              Finalmente, pertenece al género de opinión, más concretamente al artículo de opinión o columna,  a la vista de la profusión de primeras personas que encontramos (mi hijo Daniel, yo le dije, etc.), el plural inclusivo (nos desayunábamos), el tuteo genérico (cuando no comprendes, si no estás al loro) y el uso de numerosos coloquialismos que salpican el texto con ánimo de ganar el interés de los lectores.
               El registro es medio, formal (en cuanto a la corrección ortográfica y sintáctica) y estándar (en cuanto que no hay dialectalismos). La función que domina es la apelativa (convencer a los lectores) y expresiva (defender la opinión personal).

viernes, 24 de mayo de 2013

ültimos consejos para la Selectividad



En el resumen es aconsejable no utilizar el nosotros sociativo: es preferible la forma impersonal.

En el comentarrio pasa lo mismo. Nos piden un discurso formal. El nosotros sociativo es propio de los artículos de opinión y de este contexto dirigido a mis alumnos, pero es preferible el uso de la pasiva refleja, la pasiva perifrástica y las formas impersonales en general.
El único nosotros que puede encajar bastante bien es el del plural de modestia, que es muy académico: pensamos (yo) , creemos (yo), opinamos (yo), clasificamos (yo), etc.

Es muy importante saber traducir las metáforas o neologismos empleados. Por ejemplo, en vez de "el pensamiento en pack" se puede poner "bloques ideológicos" y, si se quiere decir que no hay permeabilidad entre ellos, se puede utillizar un adjetivos significativo: integristas.

Os recomiendo que analicéis mi solución de "El pensamiento en pack" para que lo comprobéis.

Para las preguntas de literatura, todos debéis ir con la pregunta del contexto cultural, social y literario preparada para cada una de las tres etapas. Hay que acordarse que si sale Imsomnio su contexto más bien es el de "La colmena".

Para los que tienen mala letra y son "guarros", es recomendable que lleven una cinta tippex
para poder ocultar sus defectos en la medida de los posible.


Fe de erratas: En una entrada de la Generación del 27 pone que Hijos de la ira fue publicado en 1948, cuando tenía que decir 1944.

Propuesta de solución a EL PENSAMIENTO EN "PACK"



  PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD JULIO 2011

El pensamiento en “pack”

               Vivimos unos tiempos en los que parece que lo que impera es el pensamiento en pack. Si soy de izquierdas, tengo que estar, necesariamente, a favor del aborto, de la ley de memoria histórica, de la retirada de los crucifijos de las escuelas, de la causa saharaui, de la legalización de los inmigrantes y de la prohibición de la fiesta de los toros. Si soy de derechas, además de estar en contra de todo lo que acabo de mencionar, he de apoyar a muerte a los internautas que abogan por las descargas ilegales y estar a favor de endurecer las penas para menores que cometan delitos, por ejemplo. ¿Por qué? ¿No puedo acaso ser de izquierdas y amar la fiesta de los toros? ¿No es compatible ser progre y a la vez estar en contra del aborto? ¿Y que tiene de raro estar de acuerdo con la legalización de los inmigrantes, pero no con la ley de la memoria histórica?
                Lo más peligroso de esta actitud, a mi modo de ver, es el efecto que pueda tener en los jóvenes. Porque el pensamiento en pack no permite el sano intercambio de ideas, tampoco la posibilidad de decir:”Yo estoy de acuerdo con esto, pero no con lo otro”. Formarse es aprender a tener criterio, es tener dudas y no certezas. Porque la duda es más fecunda que la certeza. Y, además, ¿certeza de qué o de quiénes? ¿Por qué tengo que abrazar la fe monolítica de otro? ¿No es mucho más lógico que cada uno tome de una idea lo que le parece razonable y rechace lo que no?
               Es como la peste de lo políticamente correcto que vino a sustituir a la tan denostada censura y resulta mucho más amordazadora que aquélla. Porque contra la censura estaba bien visto rebelarse, puesto que venía impuesta desde fuera, pero la corrección política no es otra cosa que autocensura. Miedo a decir lo que uno piensa y a no estar en sintonía con la “moral” al uso, cuando a veces esa moral es completamente estúpida y pseudoprogre. “Pienso, luego existo”, decía René Descartes, y la frase es tan tópica que de tanto repetirla parece que ya no dice nada. Y, sin embargo, de eso se trata: de pensar, de no dar por cierto nada de lo que nos dicen. Que sólo los tontos leen a sus iguales para que los reafirmen en lo que ya piensan de antemano. Que es mucho más fructífero tener, como quien dice, un self service de ideas y tomar de cada uno lo que nos resulte más interesante o inspirador.


Tema
Crítica a la visión integrista de los bloques ideológicos
Defensa de una ideología flexible
Resumen
               la Ideología se presenta compartimentada e inflexible. Izquierdas y derechas no tienen ningún punto en común. Esta visión impide el diálogo y perjudica especialmente a los jóvenes, quienes viven, particularmente,  una situación  agravada por el concepto de lo políticamente correcto, que busca eliminar todo análisis crítico, tan necesario para nuestro crecimiento personal.

Tipología
               Sabemos que estamos dentro del ámbito periodístico porque se nos propone un tema polémico y de interés social planteado en un espacio muy limitado. Además, su autora es una  conocida escritora y colaboradora de El Semanal de El País .Los neologismos (pack, self-service) son también prueba adicional de este ámbito con tendencia a los neologismos.
               La tesis que se defiende (Los bloques ideológicos compactos están instalados en nuestra sociedad), los ejemplos que se ponen como opciones incompatibles y la conclusión a la que se llega (esta dinámica no es beneficiosa para nuestra libertad) hacen que lo podamos clasificar por su tipo como argumentativo-expositivo. Una estructura típicamente deductiva.
               Finalmente, dentro del género de opinión, lo clasificaremos como un artículo de opinión o columna dado que va firmado, aparece la referencia al yo (modo de ver a mi), hay un vocabulario acusadamente valorativo (tópica, progre, etc.), metáforas (peste amordazadora, etc.), hace uso del yo genérico (¿No puedo acaso ser de izquierdas…), emplea como recurso argumentativo la pregunta retórica (¿No es compatible ser pobre…).
               Las funciones que predominan son la apelativa (convencer) y la expresiva (condenar). El registro es estándar (no hay dialectalismos), formal (en cuanto a la corrección gramatical y ortográfica) y en cuanto al nivel es de tipo medio, dado su carácter divulgativo. Los coloquialismos (tonto, progre) son concesiones estilísticas a los lectores.

Diferentes procedimientos para manifestar la subjetividad
Uso del plural inclusivo (vivimos, p. 1)
Incisos valorativos (necesariamente, p. 2)
Acortamiento de palabras (progre)
Referencia a la 1º persona (a mi modo de ver, p. 12)
Metáforas (peste)
Comillas (moral)
Vocabulario valorativo (tontos, tópica, fructífero, etc.)
Cursiva (self-service, pack)
Preguntas retóricas (¿No es compatible…)
Prefijos (pseudoprogre)
Yo genérico (si soy de derechas…)
              

sábado, 18 de mayo de 2013

HIJOS DE LA IRA, publicado en 1944

el contexto cultural, social y literario de la GENERACIÓN DEL 27





CONTEXTO SOCIAL LITERARIO Y CULTURAL DE LA GENERACIÓN DEL 27

La Generación del 27 se forma y se desarrolla como tal durante los años veinte y treinta del siglo XX hasta su disgregación a consecuencia  de la Guerra Civil.

Los años veinte se viven culturalmente como un periodo de optimismo, marcado por el carácter rompedor de las vanguardias y de la vida moderno (el automóvil, la electricidad, la urbe, el jazz, el cine, el deporte…). La  joven intelectualidad española parece desentenderse de la crisis de la política tradicional (por descrédito del parlamentarismo monárquico) y vive de espaldas –no enfrentada- a la dictadura de Primo de Rivera. Imperan el gusto por el arte puro, por la vanguardia lúdica e intrascendente, el desapego hacia la realidad, la deshumanización.

Pero, a pesar de todo, muchos novecentistas y algunos de los primeros vanguardistas (la élite intelectual) ven en la política el instrumento con el que  posibilitar el cambio estético de las masas, lo cual supondría –según ellos- un verdadero cambio ético impulsador de una nueva modernidad. La políticas se pone al servicio de la cultura, del arte, de la literatura; la minoría puede ser así la gran educadora de las mayorías. Priman, pues, desde una posición liberal, las ideas por encima de las  ideologías. Las vanguardias actúan como impulsoras de las revoluciones.

 Sin embargo, en los años treinta son tiempos más difíciles. El crac bursátil neoyorquino el 29 provoca la gran depresión, los conflictos sociales se intensifican, se impone la conciencia de que las democracias liberales son rémoras de un pasado burgués acomodaticio e ineficaz, lo que facilita el triunfo de las dictaduras fascistas.. En España la República lleva a cabo la revolución más osada de la historia del País. Los artistas e intelectuales sienten que no pueden estar al margen de las nuevas realidades sociales y humanas, creen necesaria una rehumanización del arte y la literatura hasta el extremo incluso de poner estos al servicio de la política, especialmente durante la Guerra Civil.

En este contexto se desarrolla la Generación del 27, que nace  con ocasión de un homenaje a Góngora, con motivo del tercer aniversario de su muerte,  celebrado en el ateneo de Sevilla en el año 27, al que acuden la mayoría de los que serán sus componentes.


Esta generación pasa por tres etapas.

Etapa de formación (hasta 1928) Se interesan por la perfección técnica, los experimentalismos y la pureza forma y temática; predomina, pues, la deshumanización. Con todo, asimilan tanto las  corrientes modernas como las tradicionales: la lírica popular, los clásicos (Góngora en especial), el neorromanticismo, el simbolismo posmodernista, la nueva poesía pura juanramoniana, las primeras vanguardias (futurismo, cubismo, ultraísmo, creacionismo…)

Etapa de consolidación (desde 1928-hasta la Guerra Civil). Cada miembro de la generación logra su propia voz poética a partir de las influencias asimiladas en la etapa anterior y, en ocasiones, fruto de  crisis personales que acentúan sus preocupaciones humanas. Se percibe, en general, una abandono del formalismo y una  progresiva rehumanización, sobre todo manifiesta en la adopción del surrealismo. Los difíciles años treinta también hacen derivar el arte y la poesía hacia lo humano, lo social y lo político en detrimento de la pureza. Durante la guerra, el compromiso político se acentúa y la poesía se convierte en un arma de combate.

Etapa de disgregación (a partir de 1936). Lorca es asesinado en la Guerra Civil y tras la contienda, algunos se quedan en España, acomodados o en el exilio interior (Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre y Gerardo Diego), y los demás parten al exilio exterior. La poesía, mas sencilla, se vuelve desgarradoramente humana y social, desarraigada y nostálgica (la patria y los amigos perdidos), incluso en Jorge Guillén(más afín a la poesía pura). Algunos de estos poetas alcanzan en la posguerra su cima poética con textos angustiosos y existenciales, como Hijos de la ira, de Damaso Alonso.