sábado, 25 de noviembre de 2017

Objetividad, subjetividad, apelatividad, registro, nivel semántico, etc, aplicados a ESTRELLAS

ESTRELLAS

            Pasó a mejor vida la imagen de aquellos padres espantados y aquellas familias casi destrozadas cuando el niño les manifestaba su anhelo de ser pianista, torero, actor de variedades, cineasta o bailarín. Ahora ese deseo no sólo no es visto con malos ojos, sino que lo alienta la propia parentela, desde los padres hasta los bisabuelos. Apenas cumplidos unos meses de edad, ya hay quienes someten a las criaturas a una sesión fotográfica para que el 'book' llegue a una agencia publicitaria que anda buscando actores en un anuncio de pañales. Me pregunto qué peculiares ideas acerca de la educación infantil (o tal vez qué complejos y frustraciones propias) albergan esos progenitores, los mismos seguramente que en cuanto ven crecer al niño o la niña los pasan por inmisericordes 'castings' de películas o concursos de canto y baile. Ya de adolescentes, los llevarán a empujones a las pasarelas de moda y, poco más tarde, a innombrables 'shows' catódicos donde las dotes artísticas dejan su puesto en la escala de los méritos al descaro y la ordinariez. Sin rubor alguno. Con las invariables coartadas del 'lo importante es que haga lo que le gusta' o 'yo le apoyaré en todo lo que él decida', sin preguntarse antes si el niño o la niña han adquirido la facultad de decidir por su cuenta. La imagen de los papás babeando de orgullo -¿o quizá es codicia?- cuando su retoño sube al escenario, una imagen entre enternecedora y terrorífica, plantea profundas incógnitas acerca de nuestro tiempo.
            No me refiero a los valores morales, un concepto abstracto que a estas alturas debe de sonar a chino, sino a algo más específico: a la capacidad de los adultos con hijos para efectuar cálculos matemáticos elementales. Las encuestas cifran en varios millones los padres y madres que desearían para sus hijos el éxito en cualquiera de sus modalidades más o menos faranduleras. Teniendo en cuenta que a ese vértice de la pirámide sólo llega una privilegiada -pero no por ello selecta- minoría, el resultado sólo puede ser uno: la frustración. Es lo que pasa cuando se juega demasiado a la ligera con la permisividad y con el exceso de autoestima. A esta gente menuda con ínfulas de famoso se le han calentado los cascos diciéndole que es estupenda, que se merece lo mejor, que puede comerse el mundo. Luego ya pueden imaginar ustedes el desenlace. Supongo que hay todo un filón de narraciones disparatadas en todas esas vidas echadas a perder bajo los focos, en los márgenes de las revistas del corazón o entre el engañoso polvo de estrellas. Son las novelas de unos monstruos de feria fracasados que fueron expuestos un día por sus padres-mánagers al incierto fulgor de la fama.                   

                                                                               José María Romera









LA OBJETIVIDAD
En todo texto argumentativo expositivo la parte última se refiere a la objetividad, a la función referencial. Se trata de una información neutral que sirve para el desarrollo de las ideas. Hay que decir que este texto es fundamentalmente subjetivo. No obstante encontramos las siguientes características:
Un léxico de nombres concretos, en singular o plural que no fusca despertar la connotación porque se usan en sentido genérico: pianista, torero, actor, padres, madres, progenitores, etc.
Un repertorio de nombres abstractos tomados de la misma manera:  valores, conceptos. minoría, etc.
Unos adyacentes (o complemento de nombre) especificativos que buscan precisar decisivamente los objetos
    .Adjetivos: sesión fotográfica, valores morales, dotes artísticas, cálculos matemáticos.
   .Sintagmas preposicionales. márgenes de las revistas.
   .Oraciones de relativo: madres que desearían.
   .Nombres propios: Ѳ
    .Secundariamente, la entonación enunciativa y los tiempos en modo indicativo en las oraciones enunciativas:  las encuestas cifran en....
Las fechas, los datos estadísticos: varios millones de.....
Las citas: Yo le apoyaré en todo lo que decida
Cultismos: incógnitas
Oraciones impersonales: cuando se juega.
Pasivas impersonales: fueron expuestos.


LA SUBJETIVIDAD
La subjetividad o expresividad  se identifica con la función expresiva o emotiva. al tratarse de un artículo de opinión resulta fácil encontrar ejemplos de sus características:
Presencia del yo:  me pregunto..., supongo...
Presencia del nosotros inclusivo: Ø
Presencia del lexico valorativo:
·         sustantivos: frustraciones, fama
·         adjetivos : faranduleras, inmisericordes, disparatadas, terrorífica, disparatada.
·         frases hechas: sonar a chino
·         metáforas: focos, vértice, pirámide, filón, monstruos.
·         sufijos: parentela, autoestima.
·         palabras entrecomilladas:  casting, book, shows
·         adverbios: tal vez, seguramente
oraciones interrogativas retóricas : ¿O quizá codicia?
Las oraciones taxativas: sin rubor alguno
el orden subjetivo de las oraciones: Pasó a mejor vida la imagen.., apenas cumplidos...
Perífrasis modales, las que manifiestas la posición subjetiva del emisor: sólo puede ser, puede comerse, pueden imaginar, etc
Marcadores discursivos valorativos: Algunos están recogidos en otros apartados.






APELATIVIDAD
Apelatividad o conatividad es la función que contempla la existencia del receptor, la cual se manifiesta con las siguientes características:
Presencia de los lectores: ya pueden imaginar ustedes..
Oraciones interrogativas: ¿O quizá codicia?
Aclaraciones con paréntesis: (o tal vez qué complejas...)
Incisos: -pero no por ello selecta-
Advertencias o reformulaciones: no me refiero...
Ejemplificaciones: es lo que pasa cuando...
Órdenes, exhortaciones: Ѳ
Perífrasis modales de obligación dirigidas al lector: Ѳ
Plural inclusivo: Ѳ

            EL REGISTRO
Es la fórmula compleja y concreta que uno utiliza en una situación comunicativa concreta en atención a todos los elementos que intervienen y la finalidad que uno persigue. En los artículos de opinión de la prensa se dan unas circunstancias difíciles de hallar en otras situaciones. En nuestro  caso vemos que conviven el nivel culto con el coloquial. Se trata de una manifestación del nivel estándar de la lengua, en el cual se hacen concesiones a los lectores para hacer el texto más dinámico y atractivo. Así en el texto conviven cultismos  (frustración, permisividad, incógnita, autoestima, ínfulas) con locuciones y palabras coloquiales (sonar a chino, calentados los cascos, parentela, papás, etc.)
Lo mismo podemos decir de la sintaxis. En el texto encontramos  desde oraciones unimembres (sin rubor alguno)y  oraciones simples (luego ya pueden ustedes imaginar el desenlace) hasta oraciones compuestas de casi tres líneas (No me refiero a .....elementales)
Un ejemplo de sinonimia que ilustra la compatibilidad de lo coloquial y lo culto  es la de los padres: parentela (coloquial), progenitores (culta), padres y madres (neutra), papás (coloquial), etc.
            En líneas generales podemos decir que los cultismos no son un obstáculo a que mayoría de los lectores puedan entender el texto. No hay nombres propios que nos obliguen a consultar la enciclopedia. Por tanto, lo podemos clasificar de nivel culto- medio.

    Finalmente, constatamos lo que es obvio: el texto cumple con todos los aspectos formales propios de los medios de comunicación: ausencia de localismos y dialectalismos y corrección ortográfica.



El nivel semántico  

 Las relaciones semánticas que se establecen en el texto son la mejor prueba de la cohesión  con que ha sido construido. Así, en nuestro caso, no resulta difícil hallar:

Campos semánticos formados como la familia( padres, hijos, bisabuelos) o profesiones artísticas (pianista, torero, actor, cineasta o bailarín)
Paralelamente encontramos campos conceptuales como el de la publicidad (focos, sesión fotográfica, anuncio, éxito, farandulera).
Como prueba del esmero literario de su autor, encontramos numerosos sinónimos (padres, progenitores, papás / familia, parentela / criaturas, niños, retoños).
A veces las repeticiones son irremediables (padres: 3 / niñoñ o niña: 2).
 Los paralelismos también (que se merece, que se puede, que es estupenda, etc.)
También encontramos sinónimos correferenciales (niño, hijo, vidas)
Antónimos complementarios, fruto del desdoblamiento de género (padres, madres / niños, niñas).
Encontrar derivación resulta más difícil (fama, famoso)

Finalmente la connotación que emana de  la mayoría de las palabras, en general con sentido despectivo e hiperbólico, contribuye a percibir más intensamente la condena taxativa de su autor.

EL NIVEL LÉXICO


    El léxico de este texto está constituido por nombres comunes empleados en sentido genérico tanto en singular como y en plural (pianista, torero, actor, bailarín, padres, madres, etc.) y nombres abstractos ((facultad, méritos dotes, conceptos, etc) que contribuyen a desarrollar las ideas defendidas por su autor.
            Por una parte, es de señalar que los cultismos son escasos (progenitores, fulgor,incógnita) por el deseo del autor de ser divulgativo. Hay  alguna palabra compuesta (padres-manágers, autoestima).  La derivación es  abundante como procedimiento (farandulera, famoso, privilegiada). Mención especial merece el sufijo despectivo encontrado en parentela.  Por otra parte, hay algunas locuciones coloquiales (sonar a chino, calentando cascos) que hablan del acercamiento a  los lectores, Sí que es de destacar la presencia de neologismos y a la vez xenismos y anglicismos (book, casting, shows), tan propios de los textos periodísticos. Lo mismo podemos decir de los neologismos inventados por el autor (padres-manágers). 

            Hay palabras usadas en sentido denotativo que no buscan despertar la connotación, como pueden ser sesión fotográfica, agencia publicitaría, etc., y que sirven para desarrollar la exposición. Por el contrario hay palabras altamente connotativas como descaro y ordinariez,  que  son manifestación de la opinión de su autor. A ello hay que añadir las hipérboles (innombrables, monstruos, terrorífica) y las metáforas (polvos de estrellas, focos), que sirven para expresar la condena tajante de su autor