Personajes
Los personajes principales de la obra son
Max Estrella y Don Latino de Hispalis, aunque aparecen otros muchos personajes. Todos
ellos son parodias o deformaciones de personas y lugares reales.
Max
Estrella es un poeta frustrado
que se ha quedado ciego. Su obra no tiene éxito y por este motivo no gana lo
suficiente para comer. Resulta trágico que, siendo ciego, sea el único
personaje que ve la realidad, una realidad que expresa definiendo el
esperpento.
Es un personaje trágico, zarandeado por el
autor. Vive en una sociedad insensible a la obra literaria, no sólo suya, sino
también a la de otros.
Alejandro Sawa sería el personaje real.
Escritor ciego y loco, muerto en 1909. Aparece también en Baroja (Villasús).
Aspecto personal: imponente barba, porte de señorío, conversación arrolladora y
deslumbrante que no supo trasladar a sus libros. Era andaluz. Poeta de odas y
madrigales. Lo que no pudo su esfuerzo personal lo consiguió Valle-Inclán.
Su
esposa y su hija son más
realistas que él. Viven en la realidad y comprenden que no sólo de arte vive el
hombre. Pasan bastantes aprietos y al final, cuando muere el padre, se
suicidan. En cuanto a la rápida muerte de las dos mujeres, una vez muerto Max,
así sucedió en la vida real.
Madame Collet:
Jeanne Poirier. Francesa, mujer de Sawa.
Don
Latino de Híspalis es un asiduo
acompañante de Max. Se aprovecha de su generosidad, pero al final de la obra es
el único que ha comprendido que el mundo es una farsa, un esperpento.
Se cree que es un desdoblamiento de
personalidad de Sawa. El que no es noble ni avasallador, sino que vive del
engaño y el sablazo.
·
Sawa era de
Sevilla > Híspalis
·
“
estuvo en Francia trabajando en la Editorial Garnier = D.
Latino
·
Se paseaba por
Madrid con un perro para llamar la atención (él se convierte en el lazarillo de
Max Estrella.
·
El Sawa real se
tambaleaba por los mostradores de las tabernas y siempre convidaba sin pagar nunca = D.
Latino
Don Peregrino Gay: Ciro Bayo, viajero infatigable y real de la época. Amigo de Azorín
Zaratustra:
Viejo librero madrileño llamado Pueyo. Editor de escritores de la época. Tanto
Baroja como Gómez de la Serna hablan de él en sus obras. En el nombre se ve la
influencia de Nietzsche en la Generación del 98.
Ministro: Julio
Burell, periodista, amigo de los intelectuales. Fue ministro de la Gobernación
(1917-1918). Hombre de letras, amigo de los escritores a los que hacía
constantes favores.
Basilio Soulinake: Ernesto Bark, ruso emigrado. Anarquista de la época. Viajero. Profesor
de idiomas. Él mismo se reconoció en la obra de Valle-Inclán y arremetió contra
él a bastonazos. Los demás personajes también se reconocían, pero se limitaban
a sonreír.
La Pisa-Bien: Vendedora
callejera de lotería. Se la llamaba “Ojo de plata”.
Dorio de Gadex: Un tal Antonio Rey Moliné. Firmaba con el pseudónimo de Dorio de Gadex
sus cuentecillos, aunque no lograba vivir de la literatura. Su manía era la de
hacerse pasar por “hijo de Valle-Inclán”.
Gálvez: Pedro
Luis de Gálvez. Sonetista famoso. Pícaro. Se cuenta que llevaba el cadáver de
su hijo por los cafés, pidiendo dinero para enterrarlo, vendió o se jugó a su
mujer. Murió trágicamente al finalizar la Guerra Civil.
Bradomín: Personaje
literario de las Sonatas y de la trilogía carlista. La ruina, como
labrador de Bradomín (escena XIV), es la ruina como labrador también, de
Valle-Inclán.
Don Jaime: Jaime
de Borbón y Parma, el Jaime III de los carlistas. Viajero infatigable que ponía
en danza a la policía borbónica, para averiguar su paradero.
Buey Apis: Alto
jefazo del periodismo y de la política.
El enano de la Venta: General Valeriano Weiler, descuidado en el vestir y de
corta estatura. Enano cabezón de una venta que asustaba a los que no querían
pagar.
Sargento Basallo: Sargento cordobés que fue hecho prisionero en África. Fue un héroe.
Rafael de Vélez, Clarinito, Pérez…: Poetas secundarios que escribían en periódicos de la
época. Todos ellos con problemas económicos que llenaban el paisaje noctámbulo
del Madrid de los años 20. Figuras carnavalescas y vencidas.
También aparece en las obras un grupo
de jóvenes modernistas, que se ríen, burlan de la sociedad. Son los
únicos que estiman a Max como poeta y lo aprecian.
Aparecen personajes de la clase
baja madrileña, todos ellos caricaturizados, deformados, con el fin de
poner de manifiesto el mal, lo absurdo de España, sus costumbres y sus
personas.
Valle caricaturiza, se ríe de sus personajes, zarandeándolos como
marionetas. No hace ningún estudio psicológico. Todos sus personajes llevan una
máscara, detrás de la cual se esconde el propio autor.