La
estética del esperpento
Valle logra la estética del
esperpento a través de los siguientes procedimientos:
1.- La deformación, la
distorsión de la realidad. Como ejemplos, son muy significativos que un parque
público con mujerzuelas se transforme en “parodia grotesca del jardín de
Armida”. O que, al representar a la policía a caballo, se hable irónicamente de
“trote épico” y “de soldados romanos”. Se esperpentiza incluso hasta la muerte.
2.- La degradación de los
personajes. Son 54. Aparecen como seres ridículos, grotescos, que viven una
tragedia. Esta degradación se manifiesta por los frecuentes rasgos de
animalización: los hombres se transforman en “perros”, “cerdos”, etc;
cosificación: “Max.- ¡Porque eres un botarate!”; o muñequización: los personajes
se transforman en “fantoches, peleles”, etc.
3.- Utilización de la ironía y
de la sátira. “Max.- ¡Traigo detenida una pareja de guindillas! Estaban
emborrachándose en una tasca y los hice salir a darme escolta.” (Escena V)
4.- El empleo de contrastes,
especialmente entre lo doloroso y lo grotesco. En este sentido, la cima sería
el velatorio de Max en la escena XIII.
5.- El tipo de humor utilizado:
es una risa agria e irónica. Para Valle esta risa es más bien una forma
de ataque demoledor. “No son circunstancias para el guasíbilis, niña”
6.- En cuanto al lenguaje,
asombra su riqueza y la variedad de registros empleados. Esta variedad de
registros se utiliza o bien para caracterizar a los personas, o bien para
parodiar o criticar a algún personaje o algún aspecto de la realidad.
Destacamos como rasgos de estilo más relevantes:
- El lenguaje pedante o cursi.
- El uso paródico de frases
literarias: Al final de la escena VII, D. Latino parodia un verso del Canto a
Teresa de Espronceda: “Truéquese en risa mi dolor profundo...// Que haya un
cadáver más, ¿qué importa a este mundo?”
- El uso de gitanismos: “gachó”
(individuo), “mulé” (matado), etc.
- Voces callejeras. “dar el pan
de higos”, “colgar” por empañar, etc.
- Utilización de vulgarismos:
“dilustardo”, “cuála”, etc.
- Apócope o supresión de sílabas
al final de una palabra: “la propi”, “la delega...”, etc.
- Madrileñismos: “ beatas”, por
pesetas; “estar afónico”, por no tener dinero, etc.
- Uso de galleguismos, “ cachiza”
y americanismos, “briago”.
- El nivel culto del lenguaje se
presenta a través de: voces griegas: “eironeia”, voces latinas: “salutem
plurimam”, referencias históricas: “Artemisa”,
“Belisario”; referencias
mitológicas: “La laguna Estigia”, la ceguera es el “regalo de Venus”, etc.
7.- Literaturización: Gran
cantidad de citas y referencias literarias: Max saluda con la vida es sueño:
“¡Mal Polonia recibe...!”; D. Filiberto recita a Rubén Darío:
“¡Juventud, divino tesoro!”; se
mencionan a diversos autores y obras:
Shakespeare, Hamlet, etc.
8.- Los diálogos. Son
breves pero de extraordinaria viveza y concentrada expresividad . De tono
exclamativo abunda la sentenciosidad, las frases hechas, los juegos de palabras
y la ironía: Ministro.- Dame un abrazo. / Max.- Toma un dedo y no te enternezcas.
9.- Las acotaciones. Son
esenciales. Describen la caracterización de los personajes, los gestos, los
movimientos los decorados... Tienen un valor literario por sí mismas que va más
allá de lo teatral, es el toque artístico de la estética esperpéntica.
(Analizar la acotación del inicio de la escena IX). En ellas importa mucho la
luz. Son ricas en un estilo nominal, adjetivaciones, imágenes complicadas,
metáforas, comparaciones, etc.
10.- Desde el punto de vista
escénico, no es una obra convencional (3 ó 5 actos con presentación, nudo y
desenlace). Está dividida en 15 escenas como ya comentamos. Gran dificultad
para la escenificación. Se representó en París en 1963 y en España, gracias al
montaje de José Tamayo en el 1970. Se puso en escena sin escenarios, ni
decorados, jugando con los efectos de luz –muy relevante en las acotaciones.
¿Es una novela con forma de teatro? No. Es una obra teatral en donde los
diálogos adquieren una gran importancia.